Hace tiempo que me pregunto porque siguen en pie las cabinas de teléfono si todos tenemos movil...
A diferencia de los buzones, que a veces los necesitas pero nunca los encuentras, las cabinas se han convertido en una especie de totem urbano que está plantado como un ficus y nadie utiliza, o más bien he de decir, que nadie utilizaba. Ahora, la gente sigue sin utlizar el auricular de la cabina, pero la creatividad de algún friki del ambient marketing ha conseguido que nos indiquen un bar cercano...
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